Cuando llega el frío, todos nos hacemos la misma pregunta: ¿a qué temperatura poner la calefacción para estar cómodos sin que la factura se dispare?
La respuesta no es tan sencilla como fijar un número y olvidarte, porque influyen muchos factores: desde las recomendaciones oficiales hasta el tipo de vivienda, su aislamiento o las necesidades de cada estancia.
En este artículo vamos a repasar qué dicen los expertos sobre esto y cómo puedes optimizar la temperatura de la calefacción en invierno para ganar confort y eficiencia en tu hogar.
La temperatura ideal según los expertos
Lo primero de todo: ¿existe una temperatura ideal de la calefacción? Veamos qué opinan los especialistas:
El RITE y la recomendación oficial del IDEA
- En España, el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) establece que la temperatura de calefacción en los espacios habitables no debe superar los 21 °C.
- Por su parte, el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) recomienda mantener la temperatura de confort entre 20 y 21 °C durante el día; ya que, por encima de esos valores, el consumo en calefacción se dispara sin aportar un beneficio real al bienestar.
La regla de oro: entre 20 y 22 °C para el confort diurno
Lo anterior podemos resumirlo con una regla sencilla: la temperatura adecuada de la calefacción para la mayoría de los hogares está entre 20 y 22 °C.
En este rango, tendrás siempre un ambiente agradable, evitarás la sequedad excesiva y, lo más importante: estarás utilizando la energía de forma eficiente.
No todas las estancias son iguales: ajusta la temperatura por zonas
Uno de los errores más habituales es pensar que toda la casa debe estar a la misma temperatura. ¡Nada más lejos de la realidad!
Cada estancia tiene necesidades diferentes, y adaptarlas individualmente es importante tanto para el confort como para ahorrar en calefacción.
Salón y zonas de estar: el centro de la vida familiar
Aquí pasamos más tiempo, así que la temperatura ideal de la calefacción debería rondar los 21 °C. Es el punto justo para disfrutar de las actividades diarias sin sentir frío ni calor excesivo.
Dormitorios: ¿por qué una temperatura más baja mejora tu descanso?
La temperatura de la calefacción por la noche es otro tema diferente, y es que los expertos recomiendan mantener los dormitorios entre 15 y 17 °C.
¿Por qué? Resulta que un ambiente más fresco favorece un sueño reparador y evita problemas de sequedad en la garganta.
Cocina y baños: necesidades puntuales y cómo gestionarlas
En la cocina, la propia actividad genera calor, por lo que no es necesario subir la calefacción.
En cambio, en el baño sí puede ser interesante contar con algún sistema puntual, como los radiadores toalleros, para aportar calor solo en el momento de uso.
El termostato, tu gran aliado: temperatura de día vs. de noche
Un buen control de la calefacción empieza con el termostato. Y si además es un termostato modulante, podrás programar y ajustar los grados de la calefacción de casa con mucha más precisión.
La temperatura de confort cuando estás en casa (20-22 °C)
Durante el día, cuando la vivienda está ocupada, el rango de 20 a 22 °C es suficiente para mantener un ambiente acogedor, como comentábamos antes.
La temperatura para dormir: entre 15 y 17 °C para un sueño reparador
Al llegar la noche, baja el termostato. Dormirás mejor y también reducirás el consumo de calefacción.
¿Y si no hay nadie en casa? El modo “ausente” para un ahorro inteligente
Si pasas varias horas fuera de casa, opta por el modo “ausente”, o también puedes programar el termostato a unos 16 °C. Así evitas que tu vivienda se enfríe demasiado y que el sistema tenga que trabajar de más al volver.
Más allá del termómetro: factores que influyen en tu sensación térmica
De todas maneras, ten en cuenta que la temperatura de la calefacción no es el único elemento que determina cómo percibes el confort.
La importancia de la humedad relativa en el ambiente
Un aire demasiado seco puede hacer que notes frío aunque el termómetro marque 21 °C. Por eso, mantener la humedad de la casa entre el 40 y el 60 % es fundamental para alcanzar una buena sensación térmica.
El impacto de un buen aislamiento en tu hogar
Por otro lado, el aislamiento térmico es otro factor imprescindible a considerar. Y es que una vivienda bien aislada necesita menos energía para mantener la temperatura de confort.
Consideraciones especiales: bebés, ancianos y mascotas
En hogares con bebés, personas mayores o mascotas, es recomendable mantener temperaturas algo más estables y evitar cambios bruscos.
Consejos prácticos para optimizar tu calefacción y ahorrar en la factura
Ahora que ya sabes la teoría, vamos a lo práctico: ¿cómo aplicar todo esto para mejorar tu confort y ahorrar en la factura?
El mito de subir la calefacción al máximo para calentar antes
Seguro que lo has hecho alguna vez: poner la calefacción a 28 °C pensando que la casa se calentará más rápido. ¡Error! El sistema tardará lo mismo, pero gastarás mucho más.
La regla del 7%: ¿cuánto ahorras por cada grado que bajas?
Bajar un solo grado la temperatura de la calefacción en invierno puede suponer hasta un 7 % menos de consumo energético. ¿De verdad te merece la pena tenerla a 24 °C? ¡Reflexiona al respecto!
Mantenimiento es ahorro: purgar radiadores y revisar la caldera
El buen mantenimiento de la caldera, así como la costumbre de purgar los radiadores, también son esenciales para que tu sistema funcione de forma eficiente.
En Irtesc, somos especialistas en instalaciones de calderas de gas en Zaragoza y podemos ayudarte a mantener la tuya siempre en perfecto estado.
Como ves, para conseguir la temperatura de la calefacción más apropiada, lo mejor es seguir las recomendaciones oficiales, ajustarla por estancias, usar un buen termostato y cuidar el mantenimiento de tu caldera. Y recuerda: cada grado cuenta, ¡tanto en tu bienestar como en tu bolsillo!Si necesitas ayuda, en nuestro equipo llevamos más de 15 años optimizando los sistemas de calefacción y climatización de muchas familias. En Irtesc estaremos encantados de asesorarte para que mejores tu confort térmico y ahorres en tu factura. ¡Llámanos!




