¿Acabas de mudarte y no sabes qué sistema de refrigeración elegir para tu nueva vivienda? ¿O más bien ya va siendo hora de cambiar el aire acondicionado que llevas usando en casa toda la vida?
En cualquier caso, cuando llega el momento de replantearnos la climatización de nuestro hogar, son varias las dudas que nos asaltan. Es normal, porque son muchos los aspectos a considerar: las dimensiones de la casa, el confort que queremos conseguir o nuestro presupuesto, sin ir más lejos.
Fundamentalmente, existen dos tipos de instalaciones de aire acondicionado: centralizado y autónomo. En este artículo te contamos las características de cada uno y veremos también cuáles son las principales diferencias entre un aire acondicionado centralizado y uno autónomo para que puedas elegir la alternativa que mejor se adapta a tus necesidades.
¿Qué es el aire acondicionado centralizado?
En primer lugar, vamos a hablar del aire acondicionado centralizado. ¿En qué consiste exactamente?
Se trata de un sistema de aire acondicionado compuesto por una red de conductos que permite climatizar todas las estancias de una vivienda u oficina. Por eso se denomina también aire acondicionado por conductos, y es ideal para quienes buscan un confort uniforme en todo el espacio.
Con este sistema de AC, la extensión de la demanda es determinada, lo que se traduce en una mayor eficiencia energética. En otras palabras, si tienes un aire acondicionado centralizado, el consumo energético de tu hogar será menor.
Además, un climatizador centralizado te otorga dos posibilidades: puedes determinar la misma temperatura para todas las estancias o bien establecer una temperatura distinta para cada una de ellas, si las necesidades no son las mismas en todas las habitaciones.
Características del AC centralizado
- Permite una distribución uniforme del aire. Como decíamos, gracias a su red de conductos, garantiza la misma temperatura en todas las habitaciones o permite ajustarla por zonas si incorporas un sistema de zonificación. En cualquier caso, el resultado es una distribución uniforme.
- Es una opción más sostenible. Al climatizar grandes espacios con un solo equipo, ayuda a reducir el consumo eléctrico.
- Su estética cuidada ofrece una libertad total para el diseño de interiores. Se instala en un falso techo quedando totalmente oculto, sin aparatos visibles dentro de las estancias.
- Implica una mayor inversión inicial, puesto que su instalación requiere una obra y, por tanto, supone un presupuesto más elevado.
- Exige mantenimiento profesional regular. Para asegurar su buen funcionamiento, este sistema requiere revisiones periódicas.
¿Qué es el aire acondicionado autónomo?
En segundo lugar, está el aire acondicionado autónomo, cuyo mecanismo es más sencillo. Únicamente cuenta con un conducto a través del cual se traslada el refrigerante y se conectan la unidad exterior con la interior, a la que llamamos comúnmente split.
Este sistema de AC solo puede refrigerar una o dos estancias en concreto, que son aquellas en la que se encuentra el split.
Como es lógico, el coste de un aire acondicionado autónomo es menor, ya que la obra a realizar es mínima. Es una opción accesible y fácil de instalar, perfecta para espacios más pequeños.
Características del AC autónomo
- Su instalación es sencilla. No requiere grandes obras, lo que lo hace más asequible y rápido de instalar.
- Exige una menor inversión inicial, siendo mucho más económico que un sistema centralizado.
- Implica la independencia de las estancias, ya que cada equipo funciona de manera autónoma, por lo que un fallo solo afectaría a una habitación.
- Su cobertura es limitada. Al climatizar solo una o dos estancias, no es tan adecuado para grandes superficies.
- Su mantenimiento es mínimo. Puedes conservar tu equipo en perfectas condiciones durante más de una década, siguiendo sencillos pasos que puedes realizar tú mismo a lo largo del año. Con una limpieza regular de filtros y revisiones ocasionales, tu sistema se mantendrá en buen estado.
Diferencias entre el AC centralizado y el autónomo
Como podrás imaginar, aunque ambos sistemas cumplen la función de climatizar un espacio, elegir uno u otro dependerá de las particularidades de cada estancia.
Las principales diferencias entre el AC centralizado y el autónomo que deberías tener en cuenta a la hora de decidir cuál es el más adecuado para ti son:
- La demanda de climatización requerida. Para zonas como grandes oficinas, hoteles o edificios con amplias superficies y gran demanda de climatización, lo más recomendable es optar por un aire acondicionado centralizado. Sin embargo, si lo que estás buscando es un equipo que cubra las necesidades de una vivienda u oficina pequeña y enfríe una o dos habitaciones, quizá deberías valorar un sistema autónomo.
- La eficiencia energética buscada. El sistema centralizado, al optimizar la climatización de todo un espacio con un solo equipo, suele ser más eficiente en términos energéticos a largo plazo. Pero, por otro lado, el aire acondicionado autónomo puede resultar más eficiente si solo necesitas climatizar un área reducida.
- La cuestión estética. Si tu intención es que el resultado sea estéticamente agradable, lo ideal es escoger un AC centralizado, en el que el equipo no es visible porque queda oculto en el techo. En cambio, si para ti la estética es secundaria, puede que te compense más un aparato autónomo.
- La inversión inicial y los costes de instalación. La instalación de un sistema centralizado requiere mayor inversión y obras, mientras que un equipo autónomo tiene un coste inicial menor y es fácil de colocar sin reformas estructurales.
- El mantenimiento y la durabilidad de los equipos. Por último, mientras un sistema centralizado requiere revisiones periódicas profesionales, los equipos autónomos pueden mantenerse en buen estado con limpiezas regulares y un mantenimiento básico.
¿Qué aire acondicionado elegir?
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